La Caída de AWS: Una Lección sobre la Diversificación de Infraestructura

La reciente caída de AWS dejó a muchas empresas en una situación crítica, con servicios interrumpidos y operaciones paralizadas. Este incidente me trae a la memoria una conversación que tuve cuando ejercía como CTO en una empresa, con un miembro de la junta directiva que insistía en que trasladáramos todos nuestros sistemas a AWS “porque eso nunca falla”. La moraleja de esta historia cobra especial relevancia hoy.

La Falacia de la Infalibilidad

Efectivamente, el índice de disponibilidad de AWS es extraordinariamente alto, pero como en todos los temas de seguridad e infraestructura, nunca se puede tener una certeza del 100% de que va a funcionar. De hecho, lo que hacemos siempre es medir el riesgo y asumirlo de manera consciente.

Tomemos como ejemplo lo ocurrido con Davivienda y Bancolombia durante esta caída. Estas entidades seguramente asumieron que sus servicios de aplicaciones móviles podrían verse afectados en caso de un desastre en AWS. Sin embargo, su decisión estratégica fue mantener su CORE bancario fuera de Amazon, precisamente como medida de mitigación de riesgos. Esta mentalidad preventiva debe adoptarse, especialmente por aquellas empresas que tienen su infraestructura crítica concentrada en un solo proveedor de nube.

No Pongas Todos los Huevos en una Sola Canasta

Me viene a la cabeza la famosa frase sobre no poner todos los huevos en una sola canasta. Las empresas cuyo negocio depende completamente de la disponibilidad de sus servicios digitales deben prender las alarmas y comenzar a implementar estrategias de diversificación. Esto implica distribuir los servicios entre varios proveedores diferentes, utilizando tecnologías e infraestructura que lo permitan.

Estrategias de Mitigación: Arquitecturas Distribuidas

Existen diversas aproximaciones técnicas para implementar esta diversificación:

Microservicios Multi-Cloud

La arquitectura de microservicios permite distribuir diferentes componentes de una aplicación entre múltiples proveedores cloud. Por ejemplo, podrías tener tu servicio de autenticación en AWS, tu API principal en Google Cloud Platform (GCP), y tus servicios de procesamiento de pagos en Azure.

Bases de Datos Distribuidas

Los servicios de bases de datos distribuidas geográficamente y entre proveedores ofrecen redundancia y alta disponibilidad. Tecnologías como Apache Cassandra, CockroachDB o soluciones multi-región de proveedores cloud permiten replicar datos de forma sincronizada entre diferentes infraestructuras.

Contenedores y Orquestación

Kubernetes y otras plataformas de orquestación permiten desplegar aplicaciones de manera agnóstica al proveedor cloud, facilitando la migración o distribución de cargas de trabajo entre diferentes entornos.

Infraestructura como Código (IaC)

Herramientas como Terraform o Pulumi permiten definir infraestructura de manera declarativa y portable, facilitando el despliegue en múltiples proveedores cloud con configuraciones consistentes.

El Costo Real de la Disponibilidad

Es importante reconocer que implementar una estrategia multi-cloud tiene costos asociados:

  • Mayor complejidad operativa
  • Necesidad de equipos capacitados en múltiples plataformas
  • Potenciales incrementos en costos de infraestructura
  • Latencia adicional por sincronización entre nubes

Sin embargo, estos costos deben evaluarse frente al riesgo de una interrupción total del negocio. Para empresas donde el tiempo de inactividad significa pérdidas millonarias o daño reputacional significativo, la inversión en redundancia es simplemente el costo de hacer negocios en la era digital.

Conclusión: Planificación y Resiliencia

La caída de AWS nos recuerda que la resiliencia no se trata de confiar ciegamente en la confiabilidad de un proveedor, sino de diseñar sistemas que puedan resistir y recuperarse de fallos inevitables. La pregunta no es “si” ocurrirá un fallo, sino “cuándo” ocurrirá y qué tan preparados estaremos para enfrentarlo.

Las empresas que dependen de servicios digitales deben evaluar críticamente su arquitectura actual y considerar seriamente la implementación de estrategias de diversificación. El momento de prepararse para un desastre no es después de que ocurre, sino mucho antes, cuando aún hay tiempo para diseñar e implementar soluciones robustas.

La tecnología moderna nos ofrece todas las herramientas necesarias para construir sistemas verdaderamente resilientes. Ahora nos toca a nosotros, como líderes tecnológicos, tomar las decisiones estratégicas que protejan el futuro de nuestras organizaciones.